Alguna vez mi amigo Mauro me comentaba que cada vez que queremos saber si una palabra está bien escrita recurrimos a la RAE, es decir la Real Academia de la Lengua Española, y hacía notar precisamente que recurrimos a la realeza, es decir, aún somos colonia española, al menos en el lenguaje, y como ya se sabe, no es posible pensar la vida si no es a través del lenguaje.
También he pensado muchas veces en ciertas palabras que solemos reconocer como mal escritas o mal dichas, como el gracioso "haiga" o cuando se ve en memes o comentarios de facebook alusiones a las diferencias entre hay, ahì, ay, o las diferencias entre vaya, valla.
Creo que el lenguaje es importantísimo para entender la vida, sin embargo esas diferencias ortográficas se me hacen en la mayoría de los casos innecesarias, más bien demuestran una cierta ignorancia de pensamiento que pretende imponerse por sobre la ignorancia académica. No significa que defienda la mala ortografía, por el contrario, creo que la ortografía es útil en razón de la utilidad que presente para las ideas, es así como no importa si una palabra existe o no, y aplaudo cuando alguien utiliza una palabra inexistente para describir algo que no tiene palabras, es comenzar a replantearse el lenguaje y darle un uso significativo, así, pasa a estar de más reconocer las diferencias ortográficas entre palabras que suenen del mismo modo, siempre y cuando el significado se mantenga o se reinterprete en beneficio de la idea.
Creo que los conocimientos ortográficos, así como la mayoría de los conocimientos que la escuela entrega, son innecesarios precisamente desde la perspectiva de la escuela, que claro que serían útiles si la escuela no estuviese pensado para ser evaluada en la escuela, sino entregara conocimientos que debieran ser evaluados en la vida.
El lenguaje entonces no se mediría en pruebas ortográficas, sino en ideas mejor planteadas y no tendrían que ser evaluadas en una asignatura denominada lenguaje ni mucho menos castellano!!, sino sería evaluada en cada aspecto de la vida donde se haga útil un uso cuidadoso del lenguaje, es decir, en todo. Desde las presentaciones formales en exposiciones hasta los improperios en los baños. En cada uno de esos aspectos se da un uso del lenguaje, ambos tan complejos desde la perspectiva discursiva, y que sin embargo, ante uno, pareciera que los docentes y la escuela se hace el sordo y evade, por ejemplo el machismo o la xenofobia que el lenguaje da lugar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario