sábado, 26 de marzo de 2011

Carta Abierta a mi amiga Daniela

Es un mal día.
Te iba a escribir un mail como parte de mi consuelo diario a cuando me siento solo. Pero al llegar y encender el computador, no me reconocía la red que corresponde a la casa. Probé con todas las disponibles, a ver si alguna estaba sin clave. Probé incluso con una que se llamaba “pagatupropiainternet” y no. Ninguna se conectó. Bajé silencioso, porque son 10 para las 6 de la mañana y los demás duermen, y después de hurguetear entre cables e interruptores caché como se conectaba (pasa que hay un enredo de cables gigantes y no es sencillito como lo seria en cualquier casa común) y me subí felíz, pero ahora me dice que la conexión tiene problemas. Idea que no tengo como se soluciona.
Hoy trabajé desde las 7 y mi horario correspondiente de salida era a las 3. Al llegar estaba el dueño y lo saludé y me puse a trabajar al tiro porque estaba lleno de platos, en eso uno de los cocineros me pide que saque su basura y estaba muy pesada. Entonces tuve que pasar la mitad a otra bolsa, al terminar, tomo la bolsa con una mano de arriba y otra por debajo, pero al poner la de abajo me corto con un pedazo de hueso de animal que estaba adentro.. me hago un tajo gigante en el dedo y comienzo a sangrar. Pensaba que era injusto que el animal se vengara conmigo, pues, no lo había matado, no cocinado ni menos lo había comido, pero pensé que estaba bien que se vengara de un humano y yo fui el indicado. Saqué la basura y le dije a mi jefe que me había cortado, que necesitaba guantes, entonces me pasó plata y fui a comprarlos, a la vuelta me pasó un parche curita, aunque le expliqué que era innecesario pues me mojaría la mano igual y una.. se despegaba al segundo o.. se pegaba mucho y después se me infectaba. Insistió que me lo pusiera, lo hice y seguí trabajando. Mi columna a los 10 minutos me pedía que parara, que me dolía mucho. Entonces pensé alegre que avisaría que mañana no iría (Porque así funciona en teoría esto) onda la gente de un día es nada que ver con el día anterior.. onda cada uno tiene sus días y va cuando le corresponde. Le dije .. considerando que tenía mucho rato para organizar mi ausencia. Y me dijo que no, que mañana era un día pesado y que si yo no tenia responsabilidad con el trabajo que no servía. Entonces derrotado volví a mi cocina y seguí lavando platos. Pensando en la mierda que era mi vida mientras estoy ahí. Pensando que llegare solo a dormir para volver de nuevo, pensando que el único momento en que descansa mi espalda es cuando duermo y las dos horas que me sobran (aparte ayer me dijo que me tocaba trabajar todos los días que no tenía clases... excepto que le avisara que no podía)
Pensé en porqué estaba ahí, en las leyes laborales, un la desgracia de pensar, en lo mierda que es el sistema, este y todos, sea cual sea el país. En qué otras opciones de trabajo podía trabajar que fuera independiente. En las alegrías de la clase baja de cualquier país. En que soy un ser con tendencia depresiva y que espera el mínimo estímulo para surgir. En que quería llorar, en que quería gritar y salir corriendo, disparar a alguien, que no era necesariamente mi jefe, sino esos turistas que sustentan el servicio, matar a los músicos de flamenco, que tan bien tocaban pero eran parte de una pieza al servicio de la gente de mierda, matar esta postal bonaerense de tango y adoquines, matar a los emigrantes como yo que por un sueldo de mierda regalan su espalda para que otros- los que no hacen contrato y pagan lo que quieren al margen de la legalidad- se enriquezcan.
Eran alrededor de las 1 y un grupo de rock country, al parecer con letras cristianas amenizaba el Todo Mundo, fue entonces cuando decidí que no iría mañana, que me acercaría a Quíque, (mi jefe, o el dueño del local, o si prefieres el jefe del local o el dueño de mi) y le diría que no iría a trabajar, que si quería me despedía, pero estaba primero mi salud. Y mi espalda no daba más, ni mis manos tampoco – a esa altura ya me había cortado de nuevo en la palma de la mano, y sangraba más que la anterior- pensé en decirle, pero no me atreví. Miraba si estaba solo, y cuando lo estaba me armaba de un valor indeciso que me daba solo para ponerme nervioso, pero no para caminar hacía él. Comencé a pensar cuanta plata debería juntar primero para poder renunciar tranquilo, pagar un mes más de arriendo, comprarme una bicicleta, y necesitaba como 2 semanas de trabajo, a esa altura ya estaría pensando en el próximo mes y probablemente me quedaría más tiempo. Mi columna me reclamaba y me decía estúpido, pero yo me debatía entre estomago y columna. Uno pedía plata para comida y el otro reclamaba una vida.
Mientras tanto pasaba el tiempo, lavaba platos y sacaba basura. Fui al baño a ver si estaban limpios y no... el de hombres tenía caca afuera de la taza y pensé que me tocaría limpiar. Luego bajé a ver la basura y había una bolsa llena con cosas de cocina que probablemente me volverían a cortar. Volví a ponerme en el caso de pensar que tendría que hacer esto ahora y mañana y seguramente pasado. Y no. Entonces por fin me decidí y se lo dije “Mañana no vengo, si quieres que no venga más perfecto, pero mañana es definitivo que no vengo”. “Bueno, no vengas más- respondió- Acá necesitamos gente comprometida que...- mientras lo decía yo caminé a buscar mis cosas. Una especie de alegría extraña me inundaba, quizás a eso le llamen dignidad, quizás sea resentimiento y la satisfacción no era el irme, sino dejar hablando solo a alguien que nadie deja hablando solo. Un tipo de la cocina al verme pasar, sin saber mi momento glorioso me dice “me sacás esta bolsa de basura” y yo sonriente le dije “No, porque decidí irme, es para siempre” los rostros de pena que puso él y otro que escuchó no se si son por a) lástima, b) la pena por un compañero que se va c) pensar que ellos siguen con esa puta vida, mientras otro se ha revelado. Creo que puede ser la a) o la c), porque los odiaba y espero que ellos también a mi. Bajé a cambiare de polera y aproveché de robarme un tarro de duraznos. Pensaba hoy robarme unos fideos, pero en ese momento solo pensé en comer algo rico cuando llegara a casa para festejar.
Me despedí de cada uno, aunque con ninguno hubiera alcanzado una relación ni mínimamente afectiva. Una dijo suerte, otro dijo, bueno, nos vemos. Y así caminé hasta afuera, ví a Quique, el ex dueño de mi columna y le dije chao, con una sonrisa que espero, le haya dolido, por mi satisfacción de la libertad. Abro la puerta del restorán, (que extrañamente estaba cerrada, porque los fines de semana cierran a las 7.. si es que lo hacen) y en la noche libre, una lluvia que nadie había esperado. Y me dio rabia, porque lo que había soñado con que lloviera temprano, para que no entrara nadie y me fuera antes, pero la puta lluvia tuvo que aparecer a las 5, cuando había sido un día de mierda, cuando me cago la vida. Entonces descolocado, me quedé un rato parado afuera del restorán, como tratando de entender la situación. Esa lluvia era demasiado extraña. Sólo me mojaba a mi. Me puse un chaleco, procurando que en lo que lo sacaba no cayera mi tarro de durazno. Y pensé en qué debía hacer. Entonces me puse a caminar a casa. La lluvia me hizo arrepentirme por un segundo. Pensar en que no tengo plata para el próximo mes, ni para la bici que tanto anhelo, y tengo comida para unos días más. La lluvia era una metáfora paradójica de mi situación. En la esquina del rectoran me resbalé en el piso húmedo y casi me caigo, pensé que eso hubiera sido muy especial. Saqué el pendrive y me puse a grabar todo lo que iba pensando. Varias de esas ideas van escritas en este mail, otras no, seguro se perderán.
A veces siento que me siento solo, y tengo muchas ganas de llorar. Pero siento que soy libre, mañana espero hacer algo entretenido, no sé. Pensaba en ir igual a ver si encuentro bici barata. Quizás no sea lo más sensato, pero da igual. Si me veo quebrado, en el peor de los casos tendría que devolverme, y no se. Te abrazaría un poco derrotado, pero me sentiría bien. Tal como en el punto de partida.
Esa es la carta y hoy, un día después. Me han asaltado apuntándome con un revolver, tratando de quitarme el celular, finalmente no me robaron nada, pero confirmo que es un puto día de mierda. Que por suerte quedan 4 horas para que termine.

1 comentario:

  1. La película es maravillosa, y espero que tu cerdito también.

    Ojalá estés descansando. Te mando un abrazo para que llegue cariñoso y abrigador... la importancia de la noche. Y Tengo sueño, y mañana a trabajar.

    Si llegas para acá avísame para esperarte con algo rico (lasaña, como dice la canción). ¿Te mando bombones imaginarios? Quitan la soledad y las penas de los asaltantes ñoños. Espero que sean ñoños para que siempre salgan arrancando y no te hagan daño.
    Yo ahora me voy a descansar. Hace frío en los pies, y también muchas ganas de pintar.

    Ánimo.
    Te quiero montones, vos sabés.

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