No me hables por las mañanas
éste animo se controla solo
no me toques, hueles a despertador, y se parece a una pesadilla de fiebre en la infancia
odiar un poco todo es habitual
la culpa es de la vida donde vinimos a nacer
los días se llenan de lagañas
las cosas que pensaba que pasarían,
no pasaron y ya fue.
La alegría de ver el fuego en tus ojos rojos
arde la ciudad, tus pulmones, y más tontos, más felices
nada como los besos, concentrados en los ritmos mutuos
me hace tan buen saberme un inútil, un subversivo inofensivo
reimos muchas veces y va a hacer mal
acabaremos sin neuronas, ni ganas de extrañarnos
todo va un poco muy bien, ya no molesta tanto ir a trabajar
soy un zombie como tantos, pero huelo a plantas
falta poco para la estación esperada, el verano, protectora de la infancia
estado ausente, carita feliz, ganas de compañía
quédate a dormir y abrázame con la concha
soy un poco más, quizás un 10% más alegre que antes
no te lo debo a ti, ni a mi, sólo fue y bien
el metro llega, y vamos otra vez, ya es viernes.
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