lunes, 24 de septiembre de 2012

No me gusta ir a bailar a disco, 
cada vez que he ido lo he pasado mal
un par creí pasarlo bien, pero ese día estaba feliz y podría haber sido torturado y lo hubiera disfrutado
no me gusta nada bailar en las disco
me gusta bailar en los paraderos, sentado en el metro, en la feria, en el supermercado, 
mientras cocino, mientras ordeno la pieza, mientras camino al trabajo
pero no me gusta bailar el las disco
no me gusta ver bailar a la gente en un espacio destinado para bailar
me gustan los conciertos porque se baila, 
pero no por ver a un músico re-produciendo algo que inventó mucho tiempo antes
el concierto es casi un proceso de prostitución en que un músico finge una emoción
para que los espectadores absorban esa emoción y crean que están viviendo un momento íntimo
cantan una y otra y otra vez lo mismo y se establece un clásico proceso de emisor receptor
unos acá; arriba emitiendo
unos allá, abajo contemplando
el escenario los divide y los convierte en algo importante o una simple masa.
siempre es reproducción.
me gusta bailar en los momentos en que no hay que bailar
y aún no logro diferenciar la idea de bailar a la de correr al ritmo de la música
para mi es lo mismo
y cuando voy en bici y canto a gritos me siento más placenteramente que en un concierto
porque además de estar viviendo la música, estoy viviendo el video músical
me encanta eso, y me da verguenza pero poco me importa que me escuchen mi desafinada voz
total en un oncierto también lo hago pero nadie escucha
El sábado mi vecina me felicitó por cantar con ganas cuando venía de la feria en bici
es que compré frutas, le dije
y el día está bonito dijo ella mientras entraba a su casa
en realidad habían demasiados motivos para cantar a gritos. 


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