Me siento
injustificadamente rabioso, tengo tantos odios en este momento y no hay a quien
dirigirlos, podría buscar razones para descargarme en los más cercanos, pero
creo que sólo necesito apagar el cerebro, necesito drogas o alcohol, necesito
que mi cabeza deje de funcionar como siempre lo hace y no para bien, no para
analizar o reflexionar, sino para destruir. Quizás sea como en El Huevo de la
Serpiente de Bergman, en que en realidad nos metieron algo en la comida o en el
agua y la sociedad se ha enfermado, es por eso que aumenta cada vez más los
indices de población con depresión o medicada para aspectos sicológicos.
Me
siento enojado y podría encontrar razones para victimizarme, de algún modo
siento que todo me ha hecho daño, olvidando o escondiendo las cosas buenas de
la vida, lo mucho que me dan, y podría reclamarlo y cuando me muestren que en
realidad tengo un millón de cosas entonces me sentiré mal, y ahora me siento,
porque esta vez me anticipé y sé que soy yo, deseo un poco llorar y siento que
no tengo nada que hacer conmigo. Si estuviera sólo me emborracharia en mi pieza,
pero está mi familia y me da vergüenza.
La vergüenza puede ser el peor mal de la vida, quizás
estando sólo esto mejoraría, quizás haciendo algo de lo que me gusta, quizás
poder dirigir la creatividad a algo que no sea destruir, quizas estoy demasiado
tiempo conmigo y el resto del tiempo haciendo cosas en que no puedo hacer lo
que quiero. Trabajar es una tortura, y creo que no estoy preparado para estar
vivo, no al menos en esta vida.
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