sábado, 9 de junio de 2012

Mis mal


Me siento injustificadamente rabioso, tengo tantos odios en este momento y no hay a quien dirigirlos, podría buscar razones para descargarme en los más cercanos, pero creo que sólo necesito apagar el cerebro, necesito drogas o alcohol, necesito que mi cabeza deje de funcionar como siempre lo hace y no para bien, no para analizar o reflexionar, sino para destruir. Quizás sea como en El Huevo de la Serpiente de Bergman, en que en realidad nos metieron algo en la comida o en el agua y la sociedad se ha enfermado, es por eso que aumenta cada vez más los indices de población con depresión o medicada para aspectos sicológicos.
Me siento enojado y podría encontrar razones para victimizarme, de algún modo siento que todo me ha hecho daño, olvidando o escondiendo las cosas buenas de la vida, lo mucho que me dan, y podría reclamarlo y cuando me muestren que en realidad tengo un millón de cosas entonces me sentiré mal, y ahora me siento, porque esta vez me anticipé y sé que soy yo, deseo un poco llorar y siento que no tengo nada que hacer conmigo. Si estuviera sólo me emborracharia en mi pieza, pero está mi familia y me da vergüenza.
La vergüenza puede ser el peor mal de la vida, quizás estando sólo esto mejoraría, quizás haciendo algo de lo que me gusta, quizás poder dirigir la creatividad a algo que no sea destruir, quizas estoy demasiado tiempo conmigo y el resto del tiempo haciendo cosas en que no puedo hacer lo que quiero. Trabajar es una tortura, y creo que no estoy preparado para estar vivo, no al menos en esta vida.

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