La noche es luminosa y de lejos escucho al Mauro cantar con los muertos de la dictadura que no recordamos,
las telarañas de un bar gótico como los que ya no existen, con ese pintoresco recuerdo de un under que todos creímos vivir.
Son las tres de la mañana y en cuatro horas tendré que salir con el rumbo que millones salen,
con el rostro tratando de fingir que estan vivos, con la idea de que un día esta mierda se va a terminar
La luna es inmensa y le hace frente al día, el Mauro canta y yo le aplaudo con una estúpida sonrisa de amor
Vamos caminando y mi luna se duerme en mis brazos, hace píz detrás de vehículos mal estacionados y protege su mano en el calor que da la mochila junto a mi espalda
La noche santiaguina te congela hasta cagarte los huesos y me alegro de este año tener buenas frazadas
nos escondemos en ellas y pensamos a diario nunca más salir de ahí.
La luna es más grande de lo normal, pero da lo mismo porque cada año volverán cosas igual de sensacionales.
Cada día hay parejas amandose y eso no cambia el mundo, cada día mueren millones pero no conozco ni al 1% de la población.
Hoy la luna está preciosa y quedarse en el hielo es un encanto entre las verrugas de amor.
Noches como esta quisiera nunca falten los cigarros ni el vino, no tengo ninguno de los dos, pero la tengo a ella a una cuadra de mis frazadas, la llamo pero se debe haber dormido como me duermo pensando en ella
Podría caer nieve o podría hacerse un arcoíris. La luna es preciosa y cada vez quiero más
quiero no con deseo sino con amor, del verbo querer, por el futuro y por el pasado imperfecto de lo que quería yo y lo que querías tú que nunca solíamos compartir hasta que se dió
y ahora el invierno es perfecto que sea helado, asi hay una razón para que me invites a tomar té de tu termo, o a dormir la siesta abrazados mientras hablamos de la amabilidad del Mauro y de las terribles ideas del resto del mundo.
No le tengo miedo a la muerte te digo mientras te duermes en la micro, pero sí a tu muerte.
Lo que tengamos será solo nuestro y ya será momento de cerrar la puerta y sabernos en el hogar que siempre querías.
Siempre que lo pienso es tan bonito.
ResponderEliminarLa Kuro duerme a mi lado bajo las sábanas y frazadas calentitas, y yo quisiera dormir más días de la semana con ambos, despertarse en la noche y saberlos a mi lado, la kurito seguramente acostándose al medio de ambos.
Es lindo y extraño como funcionan los calces, que antes fueran uniones y oídos, que hoy como decías tú el otro día, sea sangre. Una gran imagen construyéndose en medio de azar y voluntad, el azar es difícil de lograr, y cuando menos nos dimos cuenta resultó.
Eres tan dulce que me dan ganas de acompañarte de mazapanes.
Últimamente me siento tan oscura, o más bien tan variable, tan sin nada que decir, sin nada que agregar de más de todo lo que me falta.
ResponderEliminarQuiero abrazarte en la cocina mientras preparas el té. Quiero abrazarte nada más, y no sé. Sé que ni siquiera quiero llorar.