viernes, 11 de noviembre de 2011

El llanto

Lloraba de chico y mamá buscaba consuelo, no eres tú, son ellos, el mundo está mal, y quizá sea mejor que te acostumbres, siempre hay violencia: cuando trabajes, cuando estudies, cuando estés en lo militar. Si crees que no puedes con eso, vamos, te cambias, otro curso, otros compañeros, otro colegio. Si quieres otra casa, vamos, nos vamos de acá.
Así crecí creyendo que mi lugar no era ese lugar, mi lugar era el lugar por llegar, era más lejos, era con otra gente, otra urbe, otras calles y carreteras. En el sur no era así, ella estuvo allá y lo entendía, y yo creía que allá, lejos de esta ciudad no lloraría. Creía que esa era la solución a mi depresión.
Nos fuimos de ahí, otros compañeros, otro colegio otra casa y la pena venía conmigo. Pero algo quedó grabado: El escapar es una opción y así ha sido en mis relaciones sentimentales, así es cuando no quiero ver a alguien, no discuto, solo me voy y dejo que el tiempo lo diga, una explicación a la canallada.
Siempre pensé que otro lugar era mejor, y ahora estoy tan lejos, estoy en ese otro lugar. Lo dejé todo, acá da lo mismo morir porque todos me han conocido en lo que soy en el instante, nadie llorará porque se fue parte de su infancia, estoy tan lejos que la carretera que me lleva no recuerda como se llega a casa, tan lejos que acá nadie me reclama por haber cambiado.
Pero la pena no se va, que pasa que me sigue, porqué se abraza al equipaje, porqué se parece a los recuerdos que aún pareciera que se me están olvidando, la pena viene incorporada al personaje que ahora descubro, ya no soy un lugar, sino un personaje en distintos escenarios, como el manoseado y deseado lobo estepario. No soy así de interesante, pero soy el personaje, uno de tantos, como el mendigo y santa claus, como el drogadicto del barrio de niñez. Acá soy todos los que deseo, acá mi casa es todas partes, acá duermo en mi propia banca de la plaza, que como todas son mías, acá todos son amigos porque no hay tiempo de tener enemigos, se acabará este año y tendré que reincorporarme a las zapatillas que dejé debajo de la cama de Los Loritos 5901 letra P. Tengo algo de miedo, porque allá sí tengo un pasado y allá sí les molestará si cambié, allá me esperan y hay un niño que jugó entre las tetas de mamá, que pasará cuando se me salga una palabra de las que acá me entienden y no hable con las que eran mis palabras, tengo miedo y curiosidad cuando me encuentre con la casa de los llantos de la niñez. Con mi hermano que es más alma mía que yo mismo, que pasa cuando diga éste soy tan yo que he sacado a pasear a un extranjero que se me parece, falta poco y es lindísimo reunir tus mundos, saber quién eres y adonde vas, que el destino es una decisión instantánea que decide el hombre que soy, que mis libertades tienen un punto de represión que las desarrollaron, y que debo continuar esa lucha desde el hogar, porque el mundo ya está en mi propio proceso de cambio.

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