Odio la sirena de bomberos que anuncia las doce. Falta tanto para que termine el día

odio cada rincón de esta casa, ya no sé qué más hacer

odio tanto las mañanas como las noches

odio tomar pero no puedo resistir la vida y necesito tomar

odio el humo del cigarro impregnado por todas partes

odio que por las noches me duermo pensando en ideas que desarrollaré y por la mañana no puedo levantarme

odio mi cuerpo y agradezco no tener tatuajes porque más los odiaría

odio mi cabeza que no puede salirse de una obsesión

odio ser incapaz de sostenerme solo y necesito de otras personas