¿Cuántas horas en la misma postura?
¿Cuántos días de la vida?
La mente se la pasa pensando en el trabajo
el cuerpo se la pasa quieto, esperando que la mente le anuncie un movimiento
el cuerpo dormido, adolorido
parecido al cuerpo semiamordazado que las olas arrastraron hasta la orilla
parecido a los que aparecían en las calles hace 20 años
cuerpos de trabajadores, cuerpos sumisos, cuerpos que sólo son mano de producción.
hoy el cuerpo es el mismo
teñido, tatuado, encremado, entalcado, pero cuerpo durmiente
cuerpo abandonado
como conejos que corren de un punto a otro dentro de la jaula
Cuerpos estresados que no saben que hacer con tanta azúcar
azúcar que se acumula y se transforma en grasa
grasas que bloquean arterías
las arterías cerradas aíslan los órganos
y la muerte se aproxima
y el cuerpo grita sus necesidades
exige movimiento, lo diagnostican todos los médicos
lo exige por sobretodo el cuerpo
pero el cuerpo no tiene tiempo
debe cumplir los horarios laborales, los horarios del transporte
debe cumplir con ser madre, ser padre, estudiar, comprar, descansar
y el cuerpo nunca existe
no corre, aunque correr no sirva de nada
no se estira, aunque no sirva de nada
no se enoja ni se alegra
el cuerpo observa y entrega su información a la mente,
es una división imperceptible, pues el cuerpo no toma decisiones
el cuerpo sólo siente y resiente.
viernes, 8 de julio de 2016
Los cuerpos II
Un circulo
en el suelo
Un suelo que soporta cuerpos
cuerpos que contemplan vacíos
geometría de una genealogía
espacios que ocupan rincones
estructuras que crecen en los vacíos
hay un lugar más allá de la realidad
que se deforma al despertar
es el sueño de la casa que no es mi casa
el cuerpo de mi madre es más blando
y se convierte en un gran cojín calentito
es el lugar de los colores,
de que todo es sospechosamente igual pero alterado
los cuerpos marchan, los cuerpos asesinan
los cuerpos se forman y hacen distancia
cuerpos que construyen las celdas donde se encerrarán los cuerpos
desde la torre algo invisible los observará
cuerpos pudorosos prefieren la oscuridad
cuerpos oprimidos prefieren no moverse
cuerpos que se reducen hasta la invisibilidad
que no salen aún del vientre
que se abortan
y la muerte les cierra la puerta
que miran por tv los cuerpos hechos a imagen y semejanza de la tv
cuerpos musculosos, cuerpos operados,
cuerpos que hacen culto al plástico y la inhumanidad
cuerpos tristes y sonrientes
cuerpos deseados, cuerpos lubricados
cuerpos millonarios y asegurados
ejemplos para los cuerpos en crecimiento
para los escasos cuerpos con sentimientos
que se atrofian en un contexto
que se atrofian en los espacios que no los soporta
en escasas casas que los abraza
figuras geométricas y egoístas
líneas groseras construidas por almas que odian
por mentes que no piensan, por bolsillos que se alimentan de cuerpos ausentes.
Un suelo que soporta cuerpos
cuerpos que contemplan vacíos
geometría de una genealogía
espacios que ocupan rincones
estructuras que crecen en los vacíos
hay un lugar más allá de la realidad
que se deforma al despertar
es el sueño de la casa que no es mi casa
el cuerpo de mi madre es más blando
y se convierte en un gran cojín calentito
es el lugar de los colores,
de que todo es sospechosamente igual pero alterado
los cuerpos marchan, los cuerpos asesinan
los cuerpos se forman y hacen distancia
cuerpos que construyen las celdas donde se encerrarán los cuerpos
desde la torre algo invisible los observará
cuerpos pudorosos prefieren la oscuridad
cuerpos oprimidos prefieren no moverse
cuerpos que se reducen hasta la invisibilidad
que no salen aún del vientre
que se abortan
y la muerte les cierra la puerta
que miran por tv los cuerpos hechos a imagen y semejanza de la tv
cuerpos musculosos, cuerpos operados,
cuerpos que hacen culto al plástico y la inhumanidad
cuerpos tristes y sonrientes
cuerpos deseados, cuerpos lubricados
cuerpos millonarios y asegurados
ejemplos para los cuerpos en crecimiento
para los escasos cuerpos con sentimientos
que se atrofian en un contexto
que se atrofian en los espacios que no los soporta
en escasas casas que los abraza
figuras geométricas y egoístas
líneas groseras construidas por almas que odian
por mentes que no piensan, por bolsillos que se alimentan de cuerpos ausentes.
lunes, 4 de julio de 2016
El cuerpo
Me pregunto si soy un cuerpo, disminuido y cansado creo desaparecer de frente a las situaciones cotidianas del capital. Otro cuerpo exige mi tiempo y mi musculatura para sus propósitos. Me observa y analiza según sus requerimientos. Las nuevas tendencias del arte de selección de recursos humanos han incorporado en los últimos 20 años las más modernas estrategias. Qué velocidad usa para entrar, nivel de voz, posición cervical, mira a los ojos al hablar, habla mucho de sí mismo, es jefe o líder. El cuerpo se analiza y mide, hay estándares para ello. Mi voz, compuesta de traumas respiratorios y emocionales de vez en cuando tartamudea, síntoma de inseguridad. Problema simple, fácil de corregir, un fonoaudiologo, sicólogo, neurólogo y algún hobbie como cantar o correr. Su cuerpo puede ser lo que quiera ser, desde un gran abogado hasta un deportista de elitte. De cualquier modo se podría enriquecer, querer es poder, y gente sin piernas ni brazos han logrado cosas mejores que usted que lo tiene todo.
Mi cuerpo inestable, como los de todos los demás, se viste de trabajador, no con overol, sino la semiformalidad de un profesional universitario, deja a un lado sus condiciones naturales e intenta adoptar una postura consecuente a la vestimenta. El cuerpo ha quedado anulado ante el capital, es oculto y bajo esa gran capa de trapos se encoje de frío.
Comenzó hace años la búsqueda y a los 5 años los cuerpos comienzan a usar un uniforme que mutile al sujeto, que lo convierte en masa, se le asigna un número de lista, un número de rut, un número de teléfono, se ordena de menor a mayor en una fila que lo obliga a aprender las primeras instrucciones militares, un brazo en alto, jurando ante la bandera, un himno nacional, un presidente y un militar. El cuerpo rinde honores a los despreciables, se mantiene erguido frente a la basura y su mente es contaminada. La resistencia mayor es la diversión. El cosquilleo de las piernas y el deseo de saltar, correr, gritar y tocar al otro. Es la energía que regula el orden frente al caos, es la fuerza de la naturaleza contra lo normado. El cuerpo emerge y le da vida a la existencia, otro golpe del cuerpo, pero inmediatamente el profesor se comunica con el sicólogo, el sicólogo con las madres, los padres con el neurólogo y al niño le suministran algún regulador de energía. Golpe del sistema.
Crecen los cuerpos encerrados en la educación, similar al futuro empleo, similar a las cárceles, similar a la ciudad de vigilancia. Cada movimiento es regulado, en los tiempos escolares con gritos, en los tiempos libres, con la televisión o internet. El cuerpo se agota y el control se ejecuta desde adentro. Faltará hablar de arquitectura, faltará el urbanismo, el cuerpo queda cristalizado en sus propios temores, en la propia costumbre de la satanización del movimiento. Todo cuerpo no controlado puede ser encerrado, golpeado o medicalizado. Sufrirá terribles consecuencias, desde la expulsión hasta el encierro permanente. Si no lo sabes controlar, será controlado por otros. El cuerpo libre es un peligro, porque es la máquina ejecutante de la transformación material. Todo cuerpo no controlado es un martillo salvaje.
Mi cuerpo inestable, como los de todos los demás, se viste de trabajador, no con overol, sino la semiformalidad de un profesional universitario, deja a un lado sus condiciones naturales e intenta adoptar una postura consecuente a la vestimenta. El cuerpo ha quedado anulado ante el capital, es oculto y bajo esa gran capa de trapos se encoje de frío.
Comenzó hace años la búsqueda y a los 5 años los cuerpos comienzan a usar un uniforme que mutile al sujeto, que lo convierte en masa, se le asigna un número de lista, un número de rut, un número de teléfono, se ordena de menor a mayor en una fila que lo obliga a aprender las primeras instrucciones militares, un brazo en alto, jurando ante la bandera, un himno nacional, un presidente y un militar. El cuerpo rinde honores a los despreciables, se mantiene erguido frente a la basura y su mente es contaminada. La resistencia mayor es la diversión. El cosquilleo de las piernas y el deseo de saltar, correr, gritar y tocar al otro. Es la energía que regula el orden frente al caos, es la fuerza de la naturaleza contra lo normado. El cuerpo emerge y le da vida a la existencia, otro golpe del cuerpo, pero inmediatamente el profesor se comunica con el sicólogo, el sicólogo con las madres, los padres con el neurólogo y al niño le suministran algún regulador de energía. Golpe del sistema.
Crecen los cuerpos encerrados en la educación, similar al futuro empleo, similar a las cárceles, similar a la ciudad de vigilancia. Cada movimiento es regulado, en los tiempos escolares con gritos, en los tiempos libres, con la televisión o internet. El cuerpo se agota y el control se ejecuta desde adentro. Faltará hablar de arquitectura, faltará el urbanismo, el cuerpo queda cristalizado en sus propios temores, en la propia costumbre de la satanización del movimiento. Todo cuerpo no controlado puede ser encerrado, golpeado o medicalizado. Sufrirá terribles consecuencias, desde la expulsión hasta el encierro permanente. Si no lo sabes controlar, será controlado por otros. El cuerpo libre es un peligro, porque es la máquina ejecutante de la transformación material. Todo cuerpo no controlado es un martillo salvaje.
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