Habiéndose cumplido 8 meses y 13 días de viaje la Vale ha comenzado a sufrir una crisis de ausencia de casa. Ayer aprovechó que nos quedamos solos en la casa que nos recibían y armada apenas de una escoba comenzó a encontrarse con el cariño de los quehaceres del hogar; barrió, trapeó, dio de comer al gato y al perro, lavó la loza, secó la loza lavada, ordenó los juguetes de los niños y luego preparó algo de comer.
Me preocupa que al llegar a casa, no podamos volver a salir
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